En los tiempos actuales, un toldo ya no es sólo sinónimo de protección solar, es mucho más: es diseño, es calidad, es, al fin y al cabo, un plus. El claro beneficio principal es proporcionar sombra, pero también protegernos de los rayos ultravioletas. El control de la entrada de luz y la posibilidad de adecuar su intensidad, se unen a productos de decoración. A todo ello, sumamos que pueden ser automáticos e incluso domotizados. Un lujo a su alcance.